domingo, 29 de septiembre de 2013

los juegos del hambre: la nueva era (cap.3)

 
 
CAPITULO 3:
 Mis palabras quedan en el aire y hacen que mi familia entera,(porque en realidad es lo que son) abran la boca y suelten un suspiro, no se si de angustia o tristeza, pero lo hacen. Paylor me mira desafiante, pero  mantengo mi testimonio hasta que se rinde y me contesta:
-De acuerdo- y detrás de ella aparece Delly, la amiga de la infancia de mi padre y John , aunque el no se que hace aquí, así que me acerco y se lo pregunto y me dice:
-Es mi tía , y cuando me enteré que venía para acá, me vine con ella-asiento y Paylor nos cuenta el plan: Yo tengo que aparecer como la hija del sinsajo, con un apodo y Haymitch da uno al instante:
" La princesa en llamas" como mi madre pero  con princesa en vez de chica. No puedo evitar reirme, pero me callo rápidamente y nos sigue contando, que me harán entrevistas y que tendré que ser el rostro de la rebelión  contra los anti-sistema, cuando mi padre pregunta si tendré que combatir, contesta un:
-Ya veremos- me quejo porque sé que soy capaz, pero me callan diciéndome que se me harán exámenes  tanto teóricos como prácticos , y dependiendo del resultado se decidirá si iré o no. Esta noche no puedo dormir así que bajo las escaleras con cuidado, abro la puerta salgo al aire fresco de la noche. Noto que hay alguien más, no lo veo, hasta que me acerco y distingo su figura: Un chico rubio con ojos azul-verdoso sentado en los escalones principales.
Me muevo con sigilo hasta su posición y cuando estoy a un metro de su posición susurro:
-¿Tú tampoco puedes dormir?-se sobresalta y me sonríe, yo también le sonrio, y me contesta que no y empiezo a preguntarle:
-¿Desde cuándo te gusto, John?-se pone colorado sonríe y me contesta:
-Desde el día que te oí cantar por primera vez- me parece que tengo un deja-vu  porque algo muy parecido  le dijo mi padre a mi madre en los primeros juegos del hambre a los que fueron. Me pongo colorada y digo:
-Bueno, parece que la vena Everdeen dura bastante-nos reímos y me siento a su lado y el me rodea con su brazo derecho y yo apoyo mi cabeza en su  pecho y nos quedamos así bastante tiempo hasta que me coge la mano y nos vamos para adentro.
Le doy las buenas noches y lo beso en la mejilla pero cuando estoy a punto de entrar, me coge la mano y me besa en los labios, no quiero que se acabe aunque es inevitable, así que me meto entre las sábanas y sueño dulcemente toda la noche.
 
 
A la mañana siguiente me levanto a las diez y me ducho,( todavía tengo la agradable sensación en el estómago) me visto y bajo a desayunar. Haymitch me saluda y me besa en la mejilla, y como no empieza a hacer preguntas en plan:
 
-¿Estás segura de querer luchar en la guerra?
- Sí
-¿Sabes los traumas que causa?
-Haymitch,¿En serio me has preguntado eso?
-Lo sé, solo me preocupo por ti
- Vale, pero de verdad sé lo que me hago
-Eso espero...
 
Cuando termina el interrogatorio, voy a buscar a cosita a su camita, y lo cojo en brazos. Se acurruca en ellos y salgo al patio de mi casa. Es domingo y no hace mucho frío para ser diciembre, es más ni siquiera ha nevado. Una ráfaga de aire caliente me da en la cara. Añoro el verano, esos días en el lago con mis padres,  mi hermano, los bosques alrededor y bañándome en el hasta la noche...Lo hecho de menos. Los tiempos de paz se han terminado, en ese momento de nostalgia, noto  que dos brazos fuertes y cálidos con olor a pan recién hecho me dan un abrazo y, a continuación un beso en la sien.
Sonrio y digo:
-Hola papá
-Hola cariño-responde, me giro y me escondo en sus brazos después de soltar a cosita en el suelo. Me paso un rato así hasta que lo dice:
-Megan, ¿Por qué vas a la guerra?
-Porque no quiero que seáis vosotros los que volváis a luchar a muerte...Además, tengo que hablar con Paylor con ella un...asunto.
-¿Que asunto es ese?
Medito mis palabras y se las digo, una única repuesta que lo más seguro sea que le moleste:
-No hagas preguntas de las que no quieres saber la respuesta
Lo dejo perplejo, su niñita, su pequeña a la que siempre ha protegido y ella le ha contado todo, ahora ella lo único que quiere es protegerlo a él. Antes de que diga otra cosa le doy un beso en la mejilla, cojo a cosita y me voy a mi cuarto.

A la media hora salgo y me voy a dar un paseo al lago y cuando llego veo a Hazelle y a Duke allí.
Hazelle bailando con una corona de margaritas en la cabeza y Duke sentado en la orilla observándola.
Me recuerdan a mi y a Luke cuando éramos pequeños, y él me intentaba seguir con sus piernecitas de bebé mientras yo bailaba igual que ahora lo está haciendo Hazelle. Duke levanta la mirada y me sonríe, hago lo mismo y me siento a su lado. Hazelle  acerca  me da un beso en la mejilla y me abraza hasta que se despide porque Gale ha venido a buscarla.
-Adiós-nos dice con su vocecilla. Los vemos alejarse y me quedo sola con Duke. Nos pasamos largo rato en silencio, hasta que al final entablamos conversación :
-Me recuerdas mucho a tu madre-me dice y yo le respondo- Gracias tú también  te pareces mucho a tu padre-Nos reímos un rato y nos callamos. Al poco me dice:
-¿Sabes? Nunca pensé que vendría aquí
¿Por qué? ¿Tan malos te parecen tus orígenes?
-No pero no creí que mi padre volvería, y mucho menos con nosotros...
-Bueno, hay un dicho que dice " No hay mejor lugar en el mundo, que en el que está tu hogar"
-Tienes razón, per aún así me sigue resultando...no sé...raro-me dice, yo lo miro un rato y en sus ojos veo una mezcla de tristeza, cansancio y artura unido a una tremenda(seguramente por la muerte de su madre) ira. Después miro al cielo y suelto un suspiro, preguntándole:
-Bueno, ¿Qué te parece mi apodo, <<Megan: la princesa en llamas>>?- le sonrio y me responde:
-Que te pega, bueno eres la princesa de aquí y luego se ve que tienes la misma esencia guerrera de tu madre - medito sus palabras durante un instante antes de contestar:
-Bueno, si tú lo dices...
-No solo lo  digo yo , sino todos los demás, te presentaste voluntaria para luchar y no solo  eso sino que también quieres proteger a tus familiares por encima de todo
-Sí, pero la verdad es que estoy asustada, no sé si sabré hacerlo tan bien como mi madre, la chica que desafió al capitolio con unas simples bayas y que ganó la guerra
-Si estas asustada, no tienes por que , puesto que nos tienes a todos de tu lado y si no lo intentas, nunca lo sabrás...quién sabe a lo mejor serás la próxima chica que desafiará al capitolio con unas bayas y ganará la guerra- se levanta y me da la mano para ayudarme a incorporarme, se la acepto y nos vamos de camino a mi casa.